Una mañana gris y con la compañía de nuestro orballo, pero con ganas de hacer la visita.
Después de esperar unos minutos de cortesía por los compañeros que faltaban, accedimos con nuestra guía, Ana Portela, al interior de nuestra joya de “Patrimonio de la Humanidad”.
La ubicación del faro, nos dice, no es puro azar. Para los romanos la navegación de cabotaje (por la costa) era fundamental, y este enclave era magnífico para sus propósitos, entre los que estaban la búsqueda de metales e intentar conquistar las Islas Británicas. Por lo tanto, esta torre era fundamental para esta “ruta”.
A la entrada observamos la “cantera” que dio
origen a esta estructura alta y pesada…¡en su época majestuosa! Esta
cantera, llamada “roca madre” (a 50 metros por encima del nivel del
mar), fue “trabajada” hasta levantar el faro. Podemos observar 3
escalones de cimientos y la piedra que estaba en la parte alta del faro
(en la que se hacia el fuego).
Seguimos nuestro recorrido, y empezamos a
subir escaleras para accede al primer piso.Estas escaleras fueron hechas por E.Giannini y J.Cornide, muchos siglos después de laconstrucción del faro,son cómodas y fáciles de subir. Giannini hizo una
escalera para “fareros”, muy cómoda, pero para subirlas 1 o 2 personas,
a lo largo del día. Hace dos mil años el acceso era por rampas
exteriores, protegidas por otro muro exterior.
En el segundo piso seguimos con la misma estructura, 4 cámaras cuadradas, que estuvieron comunicadas de dos a dos, por motivos de seguridad. En caso de ataque o incendio, sólo se verían afectadas 2 cámaras y se podría salir por las rampas.
En el tercer piso se conserva sólo el suelo, llaman la atención unas losas en forma de “Y” llamadas “la piedra de terremotos”.
Eustaquio Gianinni
hizo una reforma modernísima y dejó su “firma” en sus reformas,
incluido su nombre en la cúpula del tercer piso, que fue reformado
dándosele mucha más altura, y de dónde parten unas escaleras de caracol
que nos llevan a lo que podríamos llamar un “cuarto piso”, con una
terraza y la instalación de la actual “luz”, que después de dos mil
años sigue “llamando” y alertando.
¿Cuál es el sentimiento?...no lo puedo describir. Toda la fuerza de la naturaleza te invade...¡¡te sientes tan poca cosa desde esa altura, y ante ese interminable horizonte!!
Me gusta mucho la tonalidad de mi cielo "gris", pero ayer impidió que pudiéramos observar la costa ferrolana.
Este invierno sufrimos varias ciclogénesis explosivas, que desde este enclave llegan a intimidar...¡¡esuna energia sin medida!!
Después de respirar aire puro, observar
nuestra bahía, y ser fotografiados y grabados para la posteridad,
iniciamos la bajada por las escaleras, con la alegría que transmite esas hermosísimas panorámicas de nuestra hermosa bahía.Hay que reconocer que los romanos eran los mejores con sus elecciones"estratégicas"...¡¡que bonita es mi Coruña!!
Pasear por la zona de la "Torre de Hércules", recorrer sus caminos, escuchar el batir de las olas...¡crea
adición!!
Espero que disfrutéis de estas imágenes. He de reconecer que soy muy afortunada por vivir en esta ciudad, bonita y con una calidad de vida muy buena, fácil de caminar y...¡acariciada por la mar!
Vivir en la "Ciudad de Cristal"...¡¡Que más se puede pedir!!
Pronto volveré a subir estos tres pisos...¡vale la pena!
Nos vemos.
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